lunes, 15 de septiembre de 2008

REFLEXIÓN: ¿Qué te cuesta sonreír?


¿Que te cuesta sonreír? No cuesta nada y causa gran provecho, basta una sonrisa en tus labios para mantener el buen humor, ayudar a la salud, embellecer el rostro y despertar buenos pensamientos. La sonrisa enriquece al que la recibe sin empobrecer a quien la ofrece. Nadie es tan rico que pueda pasarse la vida sin sentir la necesidad de una sonrisa, y nadie es tan pobre que no puede hacer un obsequio con su sonrisa.


La sonrisa puede desterrar el aburrimiento y despertar la creatividad y el entusiasmo en las personas que se sienten opacadas o acomplejadas. La sonrisa es un verdadero antídoto que la naturaleza tiene en reserva para todos y sin embargo es algo que no se compra, ni se presta, ni se roba, porque únicamente tiene valor en el preciso momento que se regala.

Si ves que te rehúsan una sonrisa que creías merecer, se generoso y ofrece la tuya. Nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa como aquel que no sabe sonreír a los demás.


La sonrisa aleja al más cobarde de todas las tentaciones y el desaliento. Sonreír es apartar los obstáculos y emplear los medios, la sonrisa es como el agua corriente que alegra y tonifica, es la expresión de la inteligencia sana, es como los ríos. Para que sea fecundada ni ha de secarse ni ha de desboronarse.

Sonríe hasta que notes que tu severidad se haya desvanecido. Que no se desperdicie esa alegría fruto de tu amable sonrisa.